lunes, 17 de enero de 2011

Transporte...



Ésa escasa y caótica herramienta con la que todos los días tenemos que luchar ya que cada calle que transitamos y cada arteria de nuestra bella y variopinta ciudad anda cerrada y sin aparente control, por lo visto cambian los desvíos y cierran y abren las rutas alternas como les da la gana, eso me pasó hace no mucho(hace tres días para ser más específicos). Andaba con una amiga saliendo del trabajo y nos dirigíamos al paradero más cercano que queda como a 7 cuadras normal caminar pero hay que salir y caminar como dos cuadras extras para llegar al frente y seguir caminando… así que empezamos nuestra travesía en búsqueda de nuestro tan añorado regreso a casa, fue así como sorteamos obreros de construcción gritando, caterpillars avanzando y retrocediendo por doquier, mototaxistas que querían hacer su negocio llevando gente, raspadilleros y demás personajes con los que uno sólo se puede encontrar si es que está dentro de una construcción tan larga y sobre todo si se trata de una en Lima Norte…  Luego de mucho sufrir y caminar las 7 cuadras que con el reverberante sol ya parecían alrededor de 20, llegamos a nuestro ansiado paradero y lo más gracioso es que cuando hemos llegado habían decidido desviar el tráfico y ahora los buses y demás transportes no pasaban por allá sino que ahora no teníamos idea de por dónde pasaban, decidimos entonces preguntar… y debíamos caminar 20 cuadras hacia el siguiente paradero o 12 cuadras de regreso hacia el otro… decidimos regresar glamorosas como siempre… en… mototaxi… la sorpresa es que no paraban, ninguno paraba y cuando logramos parar uno se trepó en él una señora como de 60 años que nos ganó el transporte por puesta de mano.

Llegamos al fin al frente de donde salimos y encontramos al fin alguien que nos llevara, un viejito mototaxista, nos subimos a su vehículo y cuando nos dimos cuenta el viejo de miércoles nos dijo que ya habíamos llegado a nuestro destino y que nos bajáramos cuando no nos había acercado ni tres cuadras… y nos dijo que sólo llegaba hasta ahí porque no estaba permitido que pasaran a la avenida… ni siquiera tuvo la decencia de advertirnos antes de subirnos a su taxi, terminamos caminando y ya a esa hora empezaban a salir los amigos de lo ajeno a ver quién sería su siguiente víctima… ya llegando a nuestro destino luego de caminar unas 5 cuadras más pasando una vez más entre caterpillars, grúas de construcción y ladrones, llegamos al paradero y mi amiga pudo irse tranquila porque su bus pasó rápido, pero me quedé yo solita y no pasaba ninguno ni siquiera que me acercara un poco… hasta después de media hora en la que ya se me habían agotado los rezos y ya estaba encomendada a todos los santos porque me moría de miedo… y cuando al fin pasa uno que me deja cerca claro! Relativamente cerca, pero desde ahí ya podía tomar una conexión, hacia mi oficina… y claro después de alrededor de 4 horas de caminata bajo el sol, con nubes de tierra y rodeada de pirañas… llegué al fin a mi oficina a seguir trabajando por unas cuantas horitas más… cuando lo que en verdad quería hacer era bañarme y deshacerme de ese olor a tierra y monóxido acumulado en ropa y en mi cabello.





Sólo espero que eso termine pronto aunque sé que aún tengo mucho tiempo de ello… pero queda la esperanza de que se pase rápido, aunque no tan rápido como el año pasado, que para mí fue uno de los más rápidos que he tenido.